En un enclave privilegiado con impresionantes vistas a los paisajes idílicos del Valle de Soldeu, este restaurante acogedor ofrece una experiencia gastronómica que combina la tradición montañesa con un entorno cálido y auténtico, decorado en madera al más puro estilo andorrano.
Con una terraza panorámica y una sala privada abuhardillada con salón y televisión, es el lugar perfecto tanto para comidas de trabajo como para celebraciones privadas, con capacidad para hasta 20 personas.
Su carta, inspirada en la cocina de montaña, está diseñada para reconfortar después de un día de esquí, ofreciendo platos de cuchara, grandes piezas de carne a la parrilla, pescados frescos y arroces.
Un espacio versátil donde todos encontrarán su lugar y se sentirán como en casa.